jueves, 16 de agosto de 2012

Una mentada de madre a la comida mexicana


Manejábamos de Montreal a Toronto cuando tuvimos que parar a cargar gasolina. El sitio donde nos detuvimos era uno de muchos "conjuntitos" que se encuentran a lo largo de la carretera en el que hay un edificio con sanitarios en excelentes condiciones, un supercito, acceso a wifi y cuatro restautes pertenencientes grandes cadenas de comida rápida. Como nuestra intención era llegar a Kingston para comer y conocer el lugar, continuamos nuestro camino, pero un tramo de la carretera en reparación nos retrasó batante y tuvimos que parar en un lugar identico al que habíamos dejado atrás.

La comida rápida es algo que evitamos en la medida de lo posible, así que bien habríamos podido buscar algo más saludable en el supercito, pero caímos en el "pecado" y con ello vino la penitencia, no solo por la pesadez de la comida sino porque sucedió algo inaudito. Yo pedí un taco -porque no estaba para hamburguesas, pollo frito o donas- y lo que recibí fue una quesadilla rellena de una tostada doblada también rellena con sus propios ingredientes. Obviamente la tostada ya no estaba crugiente porque el queso de la quesadilla y la abundancia de la crema que se desparramaba por todos lados la había ablandado. ¡Qué horror... que asco!

Yo siempre he creído que darle vuelo a la creatividad es muy importante, pero esto que ví no era el resutado de la creatividad como tal, sino el reflejo de una mentalidad acaparadora, consumista, y poco respetuosa a la originalidad y la dignidad de los pueblos, sus costrumbres y sus tradiciones.

En resumen, lo que recibí fue una mentada de madre a la comida mexicana. Ahora entiendo a los protagonistas del programa Top Gear por haberse mofado de nuestra comida por ser repugnante. Pues como no, si lo que les llega a los extranjeros no es más que una nefasta versión de una ínfima muestra de nuestros platillos.

Sí, es verdad que nuestra cocina contiene muchas frituras, pero comparadas con la inmensa variedad culinaria que cada uno de los estados de la República ofrece, éstas se pierden. Por cierto, días antes yo pude compartir con unos amigos -a quienes visitamos en Vermont- algo de nuestra auténtica comida mexicana. En la reunión había personas de cinco nacionalidades y todos elogiaron más de una vez el pollo con mole y el arroz que preparé. El platillo era algo que definitivamente no conocían y que no tenía nada que ver con lo que se sirve en las cadenas de Tacobell. Sigamos promoviendo la autenticidad y la variadad de nuestra deliciosa cocina mexicana. Finalmente, este también es un asunto de respeto y de dignidad.

1 comentario:

  1. La comida mexicana es patrimonio intangible de la humanidad (UNESCO). Es una lastima que los extranjeros le den mala fama, haciendo pasar comida como la que describiste como mexicana.

    http://www.unesco.org/culture/ich/index.php?lg=es&pg=00011&RL=00400

    ResponderEliminar