martes, 10 de julio de 2012

Somos la Base de la Pirámide

Aún estoy con problemas de indigestión por el supuesto triunfo de Enrique Peña Nieto. Tipos de su calaña abundan, hay que ver a Vladimir Putin, Silvio Berlusconi, y a un sinfín de “políticos” más que han olvidado –si es que alguna vez lo aprendieron– que su deber es servir al pueblo que los eligió.

Mi sentimiento de indignación  es inconmensurable, particularmente en relación al aprovechamiento sobre el cual él –aunque más bien ha sido el equipo de detrás de él, pues él no tiene el cerebro para orquestar algo así–  basó su “triunfo” confabulado con el uso de la pobreza y la ignorancia de unos diez millones de mexicanos que, de buena fe, votaron por él.

Lo más nefasto desde mi punto de vista es de ese “triunfo” es que lleva implícita la traición a la lealtad y al compromiso de esa gente a quien él ningunea. Sin embargo esa "prole" a la que él y los suyos profundamente desprecian está despertando.

El video que encontrarás en este enlace da cuenta de algo a los que los malos políticos –por desgracia la mayoría– y las grandes corporaciones le temen. http://www.youtube.com/watch?v=3RInjUJikQ0

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